8/10/2007

"UNA TRAGEDIA GRIEGA SIN DESDICHAS"

James Gillenwater juega al rugby en Santa Rosa, pero mucho más que eso, piensa y vive de manera singular. Nació el 18 de julio del ’83, en Glasgow, Kentucky (Estados Unidos). Se licenció en Literatura y Economía en la Universidad de Vanderbilt (Nashville, Tennesse). Ahora da clases en la Universidad Nacional de La Pampa y tiene una visión del mundo y de las cosas que vale la pena repasar. En una entrevista con la revita El Fisgón (que se publica completa en la edición en papel), habla de todo un poco e invita a reflexionar con un impecable manejo del castellano. También propone que lo contacten en gillenje@gmail.com.


Allí dice cosas como estas:


–Siempre he sido muy deportista y he probado casi todos los deportes, pero el rugby para mi es el que más te acerca a conocer y a sentir lo fundamental de nuestra existencia. Es como una tragedia griega con catarsis pero sin desdichas reales o como una batalla con toda la vinculación interna pero sin ninguna muerte y después de la cual todos se van a casa contentos con sus leyendas y sus héroes, pero sin las pesadillas. Cuando uno sale a la cancha a jugar con 14 compañeros, teniendo una función individual pero a la vez dependiente de las funciones propias de cada miembro de su equipo, sabiendo que si no hace su trabajo sus compañeros lo van a sufrir y viceversa, sintiendo la fusión dinámica de pensamiento y de acción en una sola entidad en el momento… esas cosas forjan unas relaciones muy estrechas y un sentido de sinergia dentro y fuera de la cancha que desafortunadamente no se encuentra en nuestra vida diaria. Yo sé que si salgo a jugar un partido de rugby un sábado cualquiera, no importa dónde sea, después voy a tener 30 amigos, una familia digamos, en los que puedo depender.Eso he encontrado acá en Santa Rosa. Aunque nos ha tocado un poco de mala suerte esta temporada –lesiones, enfermedades y eso– seguimos yendo a entrenar a las 21:00 con el frío que hace porque sabemos que el rugby va más allá de los resultados, que es más que un conjunto de individuos. Ese esfuerzo cooperativo bajo circunstancias adversas nos hace crecer como personas y como un equipo y seguro que va a rendir resultados positivos en el futuro.

8/09/2007

LEÑA DEL ÁRBOL CAÍDO


La derrota del marinismo en las elecciones del pasado primero de julio, dio lugar a que el mes pasado se desatara la típica acción de hacer leña del árbol caído. No fue la excepción el espacio pretendidamente informativo que sale al aire por la FM 105.7, durante el programa "La Mañana a Full" que se emite de lunes a viernes entre las 8.30 y las 12 horas. Algunas de las barbaridades que se pronunciaron -aunque advirtiendo que cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia- fueron las siguientes...


-Luego de la confrontación interna en la que hubo heridos de ambas partes y sensibles choques verbales, los distintos sectores del peronismo hacen lo posible por reagruparse y volver a unirse. Así es que desde la línea Plural empezaron a llegar mensajes conciliadores con Convergencia. Sin ir más lejos, se dijo que habría llegado a la sede del Partido Justicialista un telegrama dirigido al presidente de la agrupación -Rubén Marín- en el que le desean buenos augurios y le reconocen su derecho a estar tranquilo, ya que concretamente el telegrama dice: "que en paz descanses".
-Después de las rencillas propias de la campaña, las críticas de ida y vuelta e incluso de algunos cuestionamientos de baja estofa, ahora los ganadores de la línea Plural mostrarán humildad en el triunfo. Por ejemplo, anunciaron que después de los episodios de mordaza a los candidatos de Convergencia y censura a varios de sus principales referentes, ahora el Canal 3 de televisión abrirá sus puertas al ex gobernador Marín y a la vicegobernadora Durango. Concretamente, y en señal de magnanimidad y caballerosidad, el director Miguel Solé otorgará un espacio íntegra y exclusivamente dedicado a ellos... Sí, un minuto de silencio.
-La reunión del Consejo del PJ aprobó en forma unánime la renuncia presentada por Marín al cargo de presidente de la agrupación partidaria. Pero los vernistas, en un gesto de cortesía y caballerosidad, prometieron que lo invitarán a reuniones y que le darán poder de decisión en determinados temas. Para confirmar la franqueza de ese deseo, le enviaron a Marín una nota firmada directamente por Carlos Verna y Oscar Mario Jorge. En ella le expresan con absoluta sinceridad sus ganas de que siga interviniendo vivamente. La nota de Verna y Jorge a Marín dice, textualmente: "seguí participando".
-La dirigencia de Convergencia sigue analizando las causas de la derrota con madurez y prudencia. Pese al duro golpe recibido en las urnas, sus principales referentes apuestan a la cautela y no quieren realizar lecturas desesperadas. Santiago Giuliano dijo que hay que mantener la calma e insistió en que no estuvieron tan lejos. "le erramos por poco -dijo-; nosotros sostuvimos hasta el día anterior a la elección que los de la Línea Plural iban a licuar al peronismo... Lo que no sabíamos es que nos iban a licuar a nosotros primero que a nadie".
-El director de canal 3, Miguel Solé, le dio la bienvenida a los resultados de la elección interna del PJ porque significan "un sopapo a la soberbia marinista". Teniendo en cuenta que la principal enemiga de Miguel Solé en los últimos tiempos fue una mujer, Norma Durango, temen que el convocado para aplicar el mentado sopapo sea Juan Carlos Tierno.

JUAN CARLOS INTENDENTE

En las unidades básicas del PJ no se tragan la candidatura de Juan Carlos Tierno a intendente de Santa Rosa.No está claro que vayan a poner toda la carne en el asador durante la etapa proselitista.Ramón "Pepe" Rodríguez, cacique de la Zona Norte, ya lo anticipó antes de la interna. Y el resto anda buscando excusas para borrarse.Un poco en broma y un poco en serio, dicen que están dispuestos a imprimir afiches con la leyenda: "Juan Carlos Intendente".Pero no dejan en claro si es para arriar agua al molino de Tierno o es un guiño al postulante del Frente Para la Victoria, el peronista Juan Carlos Suárez.

ELOGIO DE LA SIMPLEZA

Tuve un pensamiento mezquino y miserable cuando Fontarrosa murió. Tengo la sospecha de que lo hubiera perdonado. Pensé –y lo dije– que era una lástima que el domingo anterior Brasil hubiera goleado a Argentina: al Negro le hubiera gustado mucho que la Selección –esa Selección, además– completara esa Copa América pasando por encima a los brasileros.Después supe que el martes antes de su muerte envió un mail a sus amigos: “camaradas, juntémonos en casa a hablar mal de Dunga”, les propuso.Fontanarrosa ha dicho una cosa genial. Una de las tantas frases que parecen acerca de las profundidades de la vida pero que –sabemos los futboleros– no son más que verdades sobre el más maravilloso juego: “La simpleza es un punto de llegada, no de partida”.En todo, pero más que nada en el fútbol, la sencillez vale oro. Será simple sólo aquel que haya aprendido lo suficiente.Por eso Fontanarrosa y Soriano jugaban tan bien, como Bochini o Riquelme. Ahora no tenemos a ninguno de los dos. Los futboleros quedamos huérfanos. Porque no hay ninguno que se les parezca.Ni Alejandro Dolina podrá ayudarnos, con su mirada futbolera, sí, pero como llegada desde otro lado.No habrá ninguno igual, no habrá ninguno. Los futboleros estamos solos.¿Qué estará pasando que no parecen venir otros Sorianos, otros Fontanarrosas? ¿Será lo mismo, acaso, que nos pasa con la ausencia de Maradonas?Nos falta el Diego y sólo contamos derrotas en el fútbol. Las damos vuelta, tratamos de aliviarlas, las analizamos. Pero perdemos...Ahora –como siempre pasa– parece que una generación puede dar vuelta las cosas. Sería un dolor que cuando llegue el próximo Mundial, en las incomodidades de Sudáfrica, quede patentizado que Messi, Tévez, Agüero, Mascherano y compañía no son lo que creemos que son.Pero ahora hay otro posible dolor, ambiguo y más grande. Sería terrible que esos locos bajitos salgan campeones del Mundo y nos demos cuenta, en ese mismo instante, que ya no tememos Sorianos ni Fontanarrosas para que nos lo cuenten.

J.P.G.

LA ORFANDAD DE LOS FUTBOLEROS

El jueves 19 del mes pasado murió en Rosario –la misma ciudad en la que nació, vivió y se hizo genio– Roberto Fontanarrosa. Tenía 62 años. Fue un brillante humorista, dibujante, escritor. Pero estas líneas lo recuerdan en otra dimensión, tanto o más importante que esas: la del hincha de fútbol que escribía como jugaba y que jugaba como vivía.
Ya habrán leído las mil y un necrológicas del Negro Fontanarrosa. Agradecidas, ingratas, sensibles o sensibleras, detallistas, doloridas.Ya habrán consumido los títulos insistentes remitiendo a su “qué lo parió”, en los mismos medios tradicionales que se cuidaron –pacatos que son– de no acordarse demasiado de su “puto el que lee esto”; ya habrán escuchado sus anécdotas más conocidas, sus vivencias, sus citas memorables.Ya habrán asistido a esas reflexiones que aparecen en estos casos: las que advierten que se muere la gente que vale la pena, habiendo tanto hijo de puta vivito y coleando. Una evidencia más de que -diría Fontanarrosa- el mundo ha vivido equivocado.No hace falta, entonces, insistir en su genialidad como humorista; en su prodigiosa escritura aunque moleste a las academias; en su particular relación con las “malas palabras”; en sus dotes como dibujante; en su creatividad descomunal para parir a Boggie el aceitoso o a Inodoro Pereyra el renegáu.Tampoco vale redundar respecto de su bondad; de sus pasadas por la mesa de los galanes del bar El Cairo; de su identificación con Rosario; ni de su reivindicación absoluta y permanente de la amistad.

Pero hay una dimensión en la que al Negro Fontanarrosa lo extrañaremos más infinitamente aún: los futboleros nos quedamos huérfanos.Huérfanos de sus estocadas brillantes, de sus conceptos, de su humor, de su análisis del juego por encima de todo lo demás.


FÚTBOL SAGRADOLos futboleros lo vamos a extrañar mucho más que los que se habituaron a leer sus chistes cada día. Tal vez porque el de los futboleros es el terreno en el que más importan las pasiones, mucho más que en la literatura, mucho más que en los diarios.Y porque el Negro Fontanarrosa era, antes que un escritor, antes que un dibujante, antes que un humorista, un futbolero. Y un hincha de fútbol.El Negro lo sabía, y por eso lo sabemos: el fútbol es sagrado. Y sabía, como sabemos, que cada clásico nos envejece 5 años. Y sabía que al final el fútbol es nada más –nada menos– que una excusa para otras cosas: para juntarnos, para llorar, para alegrarnos, para cabrearnos, para pensar, para charlar, para aprender, para enseñar, para discutir, para querernos, para ablandarnos y para endurecernos sin perder la ternura jamás. Y – por supuesto– para cagarnos de risa. En algún lugar el Negro Fontanarrosa era un amigo. Y cuando los amigos dejan ese espacio vacío, se pianta un lagrimón.


PASIONES Y TRISTEZASEn el ’97 habíamos sufrido un golpe mortal: Osvaldo Soriano se quedó callado. Y nos quedamos sin sus palabras para que nos aliviaran de las derrotas que vinieron, y que siguen viniendo.La ausencia de la pluma del Gordo, su sencillez cariñosa, se habrá sentido en todos lados. Pero nadie padeció tanto su retiro como los futboleros. Perdimos el norte y nos quedamos sin su maravillosa dulzura, su visión mágica y a la vez tan terrenal. No fueron lo mismo, desde entonces, los mundiales.Será nomás una casualidad: Soriano empezó a faltarnos desde el mismo Mundial en que nos falta Maradona.Pero nos quedó, a los futboleros, el Negro Fontanarrosa. Luminoso y resplandeciente, en el medio de las estadísticas y el marketing. Visceral, profundo, espontáneo. Y futbolero del alma. Entendedor del juego –que tanto importa– y del fenómeno que lo rodea.Traductor de pasiones, impresionante contador de anécdotas, memorioso de equipos que merecían de su memoria, inventor de esas hermosas frases inolvidables. Y siempre con humor, como corresponde. Porque hay que cagarse de risa. ¿Cómo se bancaría Fontanarrosa, sino, que Maradona haya jugado para Ñuls?Los cuentos de fútbol que hace un futbolero se devoran, como pasaba con los del Negro. Sus columnas más coyunturales son, sin embargo, dignas de trascender los tiempos, como ocurrió con su creación de La Hermana Rosa. Y aquel libro sobre los grandes equipos de la historia (“No te vayas, campeón”) es un manual que ningún futbolero puede dejar de leer.


DE FÚTBOL SOMOS“El Área 18”, finalmente, es una obra maestra de la literatura futbolera mundial. El libro es viejísimo, pero lo leí hace un par de años. Me gustó más, todavía, porque me lo prestó un amigo. Que es rosarino y es canalla. Parece un pavada, pero a veces uno percibe la sensación de que en el libro hay un espíritu que lo engrandece, un aura ennoblecedora.Al mismo tiempo, no sé si me pasa sólo a mí, pero hay personajes –como el propio Fontanarrosa, o el Negro Olmedo, o todos esos músicos geniales–, y lugares, y colores, y leyendas, y costumbres, que nos dan ganas de ser un poco rosarinos.A lo mejor por eso lo devoré con más ganas, pero no hay dudas: “El Área 18” debe ser leído en las escuelas. La novela transcurre en un país que el que sólo importa el fútbol. Sus conquistas son en base a partidos de fútbol, y sus calles, y sus tristezas y sus grandes momentos y sus miserias y sus héroes. Todo está vinculado con el fútbol. Se arma una selección, integrada a su vez por personajes que llegan de distintos países, cada uno con su miseria y su grandeza futbolera. Y entonces, en esa novela que sin saberlo es una denuncia de la mentira de la globalización (el Negro Fontanarrosa nunca permitiría que se diga esto), el argentino gambetea y es egoísta, el brasileño es el mejor pero se caga, el alemán siempre es puntual y disciplinado...Así en la vida como en el fútbol.Uno, que se siente un peliagudo defensor de esa máxima que nos enseña que se juega como se vive, escuchando y leyendo al Negro Fontanarrosa, a veces queda convencido de que –en realidad– se vive como se juega. En ese orden.Fontanarrosa: hasta la victoria, a veces.


J.P.G.

LA EDICIÓN DE AGOSTO 07

El Estado no hace nada y el Casino aprovecha. Ese es el tema central de la edición de agosto: los males de la ludopatía, el arreglo secreto entre los funcionarios y los empresarios, el negociado multimillonario que hay en torno a la timba, la falta de prevención, de control, de legislación que permite que cada semana se lleven millones de Santa Rosa mientras los efectos nefastos del juego quedan acá. Además, la pelea entre las mafias por la basura; un anticipo sobre quién será el próximo procurador general y las secciones de casi siempre. ¡Y todo por el mismo precio!