Zaira Mendoza se la banca. Es la testigo que se animó a contar lo que vio y escuchó el día en que prepararon un ataque contra un periodista en el congreso del PJ. La amenazaron, la apretaron y la golpearon. Sin perder la sencillez ni el buen humor, pone en evidencia su valentía y su dignidad. No sólo por su decisión de decir la verdad sino también por la lucha que da cotidianamente contra el narcotráfico, la prostitución infantil y la violencia. Aunque dice que tiene la esperanza de que las cosas cambien, no deja de ver que la política está demasiado sucia. Teme que Rubén Marín vuelva al poder político. Y dice que en ese caso, por lo visto, habría que pensar en el exilio: “es como volver 30 años atrás”, dice a El Fisgón. Porque encima –confiesa– aunque hay numerosos ejemplos de lo contrario, existe gente que –a tono con la mafia que la hizo víctima– le reclama que se calle la boca para ahorrarse problemas. La entrevista completa, en El Fisgón del mes de abril.
4/18/2007
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