7/04/2007

NO TAN DISTINTOS

Los adversarios históricos y los amigos de ayer se juntaron para derrotar al ahora ex jefe provincial. A Marín no le alcanzó con la banda de impresentables y la mística para vencer a los cajeros de hoy. La familia tiene nuevo jefe.
En política los cadáveres no existen, pero Convergencia deberá esperar más de tres días para resucitar de entre los muertos. Desde las sombras, donde siempre se manejó, Carlos Verna le ganó por nocaut a Rubén Marín, sin la necesidad de exponerse y confrontar. No faltaron quienes se animaron a pronosticar un final de época, aunque parece apenas tratarse de un cambio de protagonista en la película de cada día. El gobernador reemplazó al senador como Al Pacino se quedó con el lugar de Marlon Brando en la segunda parte de "El Padrino".
Aunque, como en el cine, al nuevo jefe le aparecen los rivales con una prontitud desconocida hasta el momento. Si llegan al gobierno el 10 de diciembre, no pasarán más que unos meses para que Oscar Mario Jorge empiece a pensar en quedarse con el lugar de Verna, a la vez que Juan Carlos Tierno dirigirá la mira al Centro Cívico, justo sobre el sillón del "Ningo". Pero eso será materia pendiente para el próximo año.
A GRITO PELADO. A las 18.00 horas del domingo primero de julio, cuando Canal 3 presentó las placas del triunfo Plural, los principales funcionarios del gobierno provincial descargaron la tensión contenida, se abrazaron, saltaron de alegría, gritaron y comenzaron a recabar datos por teléfono celular. En el centro de cómputos instalado en la calle San Jorge, el ministro Rodolfo Mauricio Gazia se encargó de la animación y las arengas, gritando a los presentes los primeros resultados que le daban la razón al canal vernista que describió como una "Paliza" el triunfo oficial.
De a poco aparecieron caras olvidadas que tendrán su revancha si el presidente del BLP llega al ejecutivo. Carlos Phin, ex secretario de Hacienda, Jorge Varela, ex secretario de Obras Públicas y su fiel secretario el "Gordo" Ortiz. Otro que especula con el cargo que le va a tocar es el aburrido subsecretario de Medios de Comunicación, Gustavo Fernández Mendía, quien anida sueños de Ministerio.
OLÉ OLÉ OLÁ. La clase media temerosa y los funcionarios interesados en mantener sus privilegios, partícipes cardinales del triunfo vernista, emularon a la popular del fútbol y no se privaron de proclamar: "un minuto de silencio, para Marín que está muerto"; "el Toti se rió, el Totí se rió" en referencia a la nula simpatía del secretario General de la Gobernación y candidato a diputado provincial en primer lugar, Juan Ramón Garay.
También tuvieron su tiempo para agradecer al multimedios La Arena – Radio Noticias por su obsecuencia vomitiva y recalcitrante expresada en su filósofo de cabecera Leonardo Santesteban, quien cada mañana arengó por el voto a los continuadores del gobierno del ex cajero de la Nación y senador en tiempos de la coima por la reforma laboral. "¿El Leo donde está, el Leo donde está?", le dedicaron mientras esperaban que se sumara a los festejos de los que participaron los periodistas de su radio en la cobertura de las elecciones.
Dicen que al acuerdo económico entre el gobierno provincial y el ex diario socialista, el Leo le sumó su temor personal a ser entregado otra vez por su familia a cambio del suculento ingreso publicitario oficial, cuando el derrotado estaba a cargo del ejecutivo. También hay que sumarle que se ha vuelto uno de los reaccionarios más peligrosos en la cuestión "seguridad", junto con Juan Carlos Tierno. El abogado electo candidato, por la posibilidad de acceder a la gestión comunal; el periodista, por su peso en un multimedio.
SANTO LUTO. Del otro lado, la sorpresa, la bronca y las lágrimas contenidas protagonizaron la jornada electoral. También el miedo a pagar por sus actos cuando todo era fiesta y despilfarro a costillas de un pueblo empobrecido al mismo ritmo de su enriquecimiento. Rubén Marín y sus más de 40 ladrones quedaron a merced de una orden del poder político para que la Justicia se haga la independiente con los que ya no tienen poder. No sería de extrañar que se apresure el desfile de ex funcionarios por Tribunales, como tampoco lo sería el establecimiento de un acuerdo que les garantice la libertad, y por qué no, hasta algún carguito.
Ya en el discurso posterior a la elección, los ganadores aceptaron el saludo de los derrotados y los invitaron a sumarse para ganar la provincia en octubre.
Ambos saben, por la experiencia de los últimos años, ya sea por las ansias de trepar de los más jóvenes o por los avatares de la política, que la impunidad que les ha garantizado el poder se esfuma ni bien aparecen otros caudillos dispuestos a hacer su propia patriada.
ES CIERTO… Una lectura equivocada o la soberbia de creerse perpetuo lo llevó a Marín a cometer el peor error en los últimos años. Con la llave en la mano para cerrar la interna, merced al control que tiene sobre el bloque legislativo, se hizo el democrático y la dejó abierta.
Abierta para que los independientes se expresaran en su contra tal como ocurrió. Pueden haber ido a votar porque son la base fundamental del capital político de Tierno y los plurales, como también lo pudieron haber hecho para votar en contra del "Tío".
El caudal de votantes, cerca de 80 mil, permitiría al PJ descorchar champaña por anticipado, porque les bastan para repetir el triunfo en todos los lugares en los que se impusieron. Pero esos mismos independientes que les permitieron festejar, son los que en octubre pueden optar por otras propuestas electorales.
CHICAS PLÁSTICAS, CHANELL Nº5. El festejo en la sede Plural de Roca esquina Cervantes bien podría haber pasado por una celebración PRO. Apenas 200 personas, si las había, que no alcanzaron a cortar las dos vías de la avenida. Olía a baño reciente.
Bajo una garúa persistente, cantaron pero no insultaron, arrojaron papelitos, pero no tiraron la casa por la ventana. Escucharon a sus candidatos, exhibieron sus mejores ropas, los autos nuevos, impusieron su aroma a perfume importado, o de imitación, pero no transpiraron.
La "gente" que se acercó a expresar su alegría contenida y recatada por el triunfo del contador sin carisma y al abogado temerario, pertenece a la oleada de "peronistas" que se sumaron en los ’90 al ritmo de las privatizaciones, los electrodomésticos importados, los viajes al exterior, los 0 Km, el 1 a 1, los créditos fáciles, la entrega del patrimonio nacional en pos de una eficiencia privatizada, la desocupación, el hambre y la exclusión que después taparon con planes de empleo.

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