12/19/2007

EL ÚNICO LÍMITE ES LA INTIMIDAD

Daniel Santoro, entre otras cosas, es el autor de la investigación periodística por el tráfico de armas que llevó al procesamiento y detención domiciliaria del ex presidente Carlos Menem. Por esa tarea recibió el premio Rey de España. También lo persiguieron judicialmente y –contó– le ofrecieron un soborno de 50 mil dólares: “Preferí seguir siendo pobre pero contar la verdad”.Preside el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), un espacio de reflexión que promociona la calidad de la profesión periodística.Santoro dice, como Gabriel García Márquez, que el periodismo es el oficio más hermoso del mundo, pero también advierte sobre la existencia de corrupción entre periodistas. Exige a los lectores que desconfíen y presionen tanto sobre los gobiernos como sobre la prensa. Advierte que desde el poder se utilizan los juicios y demandas como mecanismo para “amordazar” a la prensa. Y asevera que el único límite de la libertad de expresión es la intimidad de las personas.Este es un resumen de las afirmaciones que hizo respecto del periodismo, la prensa y los gobiernos durante su paso por Santa Rosa.
–“La noticia siempre es más importante que el periodista. Pero en este ámbito lamentablemente la vanidad es realmente muy grande. Los periodistas se creen más importantes que las historias y las noticias. Yo estoy contra todo ese vedettismo hoy muy extendido”.
–“La prensa informa, opina y entretiene. Y el periodismo de Investigación aporta una cuarta función, que es la de contralor del poder, como perro guardián de la democracia. Es el que permite que se rindan cuentas y mejora la democracia. Obviamente que en la televisión la información ocupa apenas el 10 por ciento, el resto es entretenimiento, o ‘infoentretenimiento’… por ejemplo CQC es un programa de entretenimiento, pero no es periodístico. Y a veces hay formatos de este tipo que tienen una mezcla preocupante”.
–“A mí como periodista me da vergüenza la ‘declaracionitis’ que existe en la prensa argentina. Se convierte en noticia lo que alguien dijo, lo que otro contestó… Nuestro rol es poner las cosas en contexto, hacer un análisis, sobre todo respecto de las historias que el poder quiere ocultar”.
–“Otra de las funciones del periodismo es el seguimiento de los temas. Muchas veces cuando la gente se aburre de un tema que genera un escándalo un momento y después se olvida, archivamos los casos… Y no hay que hacerlo, porque cuando se deja solos a los jueces y a los fiscales, generalmente cajonean las causas”.
–“En su momento Isabel fue derrocada porque el poder estaba en la Casa Rosada. Hoy el poder está mucho más repartido. En algún sentido, esto lo resume el cocinero de la Rosada, que ha sido siempre el mismo a través de todos los últimos presidentes, y que alguna vez contó cuando le preguntaron cómo era su tarea, o qué le sorprendía, que el anfitrión cambia constantemente, pero los invitados son siempre los mismos…”
–“Una de los escenarios donde se juega ese poder es en la construcción de la agenda pública. Es de una importancia muy notable lo que exista en los grandes medios. Pero cada vez hay más periodistas del otro lado del mostrador, asesores de políticos, funcionarios y dirigentes… Los gobiernos quieren que hablemos de unos temas y eso genera tensión si la prensa tiene otros. Es una tensión normal. Pero por eso desde los gobiernos existen técnicas de manipulación para meter sus temas. El día en que Kirchner cuestionó a los familiares de las víctimas de la AMIA, por ejemplo, y eso ya era una noticia destinada a la tapa, se armó una rápida manipulación para tapar ese error del presidente y crear otra noticia, que fue la conferencia del gobierno con Hugo Moyano por la cuestión del salario mínimo, vital y móvil. También se sabe, por ejemplo, que hay días de poca información, como los domingos, y entonces aparecen noticias positivas”.–“Los periodistas hemos perdido el monopolio de la construcción de la agenda pública o el manejo de la información; hoy sabemos de la cantidad y la importancia de los blogs, del periodismo ciudadano, que nos cuestionan el poder de crear la agenda. Existen nuevas generaciones que consumen la información a su placer, no necesariamente a través de los grandes medios”.
–“La corrupción es como el tango: se baila de a 2. Y en ese escenario los periodistas a veces somos como la orquesta, que a veces acompaña, o desafina; a veces el periodismo hace silencio, o hace la denuncia”.
–“La corrupción también afecta al periodismo. Y por eso hay que dudar. Sobre todo de los periodistas que aumentan sus niveles de vida de modo descomunal. (Daniel) Hadad, por ejemplo, pasó de tener un Citröen a dueño de multimedios… Hay que desconfiar. La SIDE implementó en su momento, durante el gobierno de Menem, lo que se llamó ‘La cadena de la felicidad’; se repartían sobres don dinero a jueces, a periodistas… eran 3 mil o 6 mil dólares, para enlodar a los que trabajamos en forma profesional y honesta”.
–“Yo sigo creyendo que el periodismo es el mejor oficio del mundo. Pero nos embrutece y nos fosiliza. Las empresas tienen que ayudar haciendo que sus periodistas tengan mejores salarios. Hoy hay pocos equipos de investigación. Hay que invertir en calidad periodística. Porque lo que sobrevive es la narración, la calidad en los textos, la ética y la investigación”.
–“A los lectores les digo que desconfíen de las informaciones que están basadas en fuentes anónimas. Pidan que se publique documentación y que se mencione a los funcionarios, no que se publiquen esas informaciones borrosas. Si los ciudadanos no presionan sobre los gobiernos y sobre la prensa se va a empobrecer el nivel”.
–“Si los ciudadanos y los lectores no lo hacen ¿quién controla al perro guardián de la democracia? En general hay una mala atención del lector… Para combatir eso, por ejemplo, un diario como el New Cork Times creó el cargo del defensor del lector. Así reaccionó ante una crisis de credibilidad cuando se supo que uno de sus periodistas inventaba noticias”.
–“El límite de la libertad de expresión es el derecho de intimidad de las personas”.

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