10/07/2006

Soldaditos de plomo



“Lancheo” se llamaba los patrullajes clandestinos en automóviles civiles por las calles de la ciudad, para reconocer a personas buscadas.
Siempre de acuerdo al documento de la Comisión, hasta junio del ’76 los prisioneros no intervenían. Luego se comenzó a incluirlos en estos desplazamientos. En noviembre fueron vestidos como soldados Pinchevsky, Ramondegui y Contepomi y desde entonces se hizo lo mismo con todos los varones que se prestaban a cumplir esta tarea. En varias ocasiones, fueron armados.
El informe dice que en el caso de los colaboradores, las argumentaciones para buchonear pretendían tener una espúrea perspectiva política: “es necesario –decían, según los dichos de los prisioneros liberados entrevistados– que caigan las direcciones de las organizaciones y evitar que haya que matar a gente de bajo nivel para llegar hasta ellos. Cuanto antes concluya todo, más vidas se preservarán”.
Era usual en La Perla sacar a prisioneros a “marcar”. El método dio resultados para los represores, pero la mayoría de los prisioneros presentaron resistencias de algún tipo. Sólo un grupo reducido vendió su conciencia. Y esa colaboración produjo caídas en cadena. Algunos de ellos pidieron salir a “marcar”.
A Pinchevsky también se lo hace responsable de haber elaborado unos presuntos volantes montoneros, apócrifos, que aparecieron durante una represión a trabajadores de Luz y Fuerza. Según el documento, esos volantes fueron redactados e impresos en La Perla.
El informe asevera que las autoridades de La Perla le habían garantizado la vida a Pinchevsky, a cambio de sus favores, junto con otros prisioneros colaboradores. Los colaboradores más activos integraban lo que en la jerga del campo se llamaba Grupo Blanco, formado por aquellos que ya habían sido seleccionados como “sobrevivientes” y que mantenían por distintos medios contactos directos con sus familiares. A partir de marzo de 1978 los prisioneros “estables” incluidos en el “grupo blanco” recuperaron su libertad, aunque en un grado de dependencia y sometimiento total. Pinchevsky dice que salió caminando por la puerta de La Perla, como si nada.
Una de las tareas realizadas por el Destacamento y los prisioneros libres fue el servicio de seguridad e inteligencia durante la disputa del Campeonato Mundial de Fútbol, en junio de 1978, en todo lo relativo a la sub-sede Córdoba. Pinchevsky –dice el informe– ya empleado orgánico del Destacamento como civil adscripto, comenzó a trabajar en la Municipalidad y todos los días presentaba un informe en el Destacamento.

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